Cuando en AKON nos embarcamos en un proyecto como el de diseñar y montar una instalación de fuerza para un club de la talla del Atlético de Madrid, no es solo cuestión de vender equipamiento. Es un desafío que implica personalización, conocimiento profundo del sistema de entrenamiento y dinámicas de trabajo. Pero, sobre todo, un trato profesional y cercano con el equipo técnico y los jugadores.
Desde el primer momento, quedó claro que este no era un encargo cualquiera. El Atlético de Madrid necesitaba una instalación de fuerza adaptada a las exigencias de la élite del fútbol, donde cada detalle contara y donde la calidad del material marcara la diferencia en la preparación física que requieren los jugadores. No se trataba de equipar un gimnasio, sino de crear un espacio pensado específicamente para potenciar al máximo el rendimiento de un equipo de primer nivel.
El proceso arrancó con reuniones con el equipo de preparadores físicos y fisioterapeutas del club. Querían algo a medida, con estructuras y espacios que se ajustaran a las necesidades de cada jugador, con un flujo de trabajo eficiente y con materiales que resistieran la intensidad de los entrenamientos. Ahí es donde entró en juego la experiencia y la capacidad de adaptación de nuestra empresa, porque cada equipo tiene su propio enfoque del entrenamiento y lo que vale para uno, puede no funcionar para otro.
Se diseñó un espacio funcional, con Jaulas de Potencia de nuestra serie Ragnar, lo mejor que se puede encontrar hoy día en este tipo de estructuras. Aquí, además de trabajar el peso libre, disponían de una gran capacidad de almacenaje donde tener siempre a mano y ordenados discos olímpicos, kettlebells, mancuernas… Y aprovechar así el espacio lo máximo posible.
No se dejó nada al azar: desde la disposición del material hasta los detalles de agarre, isometría y ergonomía, o los elementos de personalización con los colores corporativos del Club. Todo estaba pensado para que los jugadores pudieran trabajar de manera eficiente, segura y sintiéndose “en casa”.
El resultado fue una instalación de fuerza de última generación, que no solo cumplía con los requisitos del club, sino que superaba expectativas. Lo mejor de todo fue ver la satisfacción en el equipo técnico y en los jugadores al empezar a entrenar con un material que realmente les ayudaba a mejorar su rendimiento. Para nuestra empresa, este proyecto fue mucho más que una simple venta: fue una oportunidad de demostrar que cuando se combinan profesionalidad, personalización y un trato cercano, se pueden lograr cosas increíbles.
Porque al final, en el mundo del deporte de élite, cada detalle cuenta. Y contar con la confianza de un club como el Atlético de Madrid solo refuerza la idea de que hacer las cosas bien, con pasión y compromiso, siempre trae resultados.
